Al seleccionar un sensor, aunque el tipo de tecnología que utiliza es importante, hay una serie de otras consideraciones que deben tenerse en cuenta. Se deben responder varias preguntas y, en función de las respuestas, el usuario tendrá que decidir qué sensor proporciona el mejor compromiso para la situación. Un sensor en particular sobresaldrá típicamente en un área, mientras que se verá limitado en un área diferente. Aquí están las preguntas correctas para hacer:

¿Qué precisión se necesita?

¿Requiere la aplicación un sensor que pueda bajar a ppm, o incluso a ppb, o será suficiente una lectura de tipo porcentual? La necesidad de lecturas de ppm bajas excluiría un sensor paramagnético; sin embargo, si la lectura necesita alcanzar niveles de ppb, entonces solo un tipo de óxido de circonio puede ser suficiente.

¿Es el costo inicial una preocupación?

Existe un pequeño compromiso entre el costo inicial y el costo total de propiedad. Los sensores electroquímicos y de óxido de circonio son mucho más económicos que un sensor óptico o paramagnético; sin embargo, deberán ser reemplazados por otros nuevos en un plazo de 6 a 9 meses en el caso de los sensores electroquímicos, o de 3 a 10 años para los sensores de óxido de circonio. Los sensores ópticos o paramagnéticos no se consumen y por tanto pueden durar mucho tiempo, pero su coste inicial es muy elevado.

¿Qué otros gases o contaminantes pueden estar presentes junto con el oxígeno?

Algunos gases simplemente no son compatibles con algunos sensores. Por ejemplo, los sensores de óxido de circonio no se recomiendan cuando pueden estar presentes vapores de hidrocarburos o materiales altamente inflamables, ya que deben calentarse hasta 650 ° C y podrían encender el material que se muestrea. Los sensores paramagnéticos se ven afectados negativamente por los gases paramagnéticos.

Además, todos los sensores se ven afectados hasta cierto punto por algunos contaminantes que podrían estar presentes en el gas de muestra. Para sensores más baratos como el tipo electroquímico, puede ser solo una cuestión de reemplazar el sensor por uno nuevo, pero en el caso de los sensores ópticos o paramagnéticos, es posible que se necesite un mantenimiento costoso para limpiar y eliminar cualquier cosa que esté ensuciando las superficies. .

¿Qué tan fácil es realizar el mantenimiento de los sistemas?

Reemplazar un sensor electroquímico puede ser solo cuestión de girar el sensor para liberarlo de la base y colocar uno nuevo. Sin embargo, el sensor puede estar ubicado en un área de difícil acceso o el personal de mantenimiento puede no estar disponible. En un caso como ese, puede ser más fácil tener un sistema que no necesite ser manipulado durante más tiempo.

En resumen, no existe un sensor "mejor" para todas las aplicaciones. Cada caso debe evaluarse cuidadosamente y todas las preguntas deben responderse para determinar las mejores soluciones para la aplicación.

Para obtener ayuda con su aplicación de análisis de gases, comuníquese con uno de nuestros expertos en análisis de gases ahora.